Las unidades móviles que atienden, en especial, a población sin hogar y en riesgo de exclusión social son capaces de dar respuesta a ciertas carencias en la atención en el ámbito de las adicciones que suelen experimentar esta población. Así, se aconseja vincularse con este colectivo, realizando acompañamientos a recursos sociales y sanitarios, y hacerlo desde un equipo multidisciplinar que incluya a profesionales de la Enfermería. Además, desde estas unidades se deberá facilitar recursos de reducción del daño a aquellas personas usuarias que puedan verse beneficiadas por estas medidas.
El acompañamiento profesional es clave para la adhesión terapéutica y el cumplimiento de las citas sanitarias de la persona, así como para la realización de pruebas tales como mantoux, serologías víricas o analíticas generales.
Además, conviene resaltar la especial importancia de registrar los casos de mujeres en situación de sinhogarismo que requieran recursos de atención por violencia de género, para atender de manera holística a la problemática psicosocial que puede verse a menudo en población en situación de exclusión social con consumos activos.