Esta estrategia se basa en intervenciones directas y la evaluación del consumo in situ en lugares de ocio y educativos frecuentados por este grupo demográfico.
En el centro de esta intervención está el deseo de aumentar la conciencia sobre los problemas derivados del consumo de alcohol y los riesgos que conlleva. Se adopta un enfoque práctico, llevando a cabo valoraciones in situ para comprender mejor los patrones de consumo en contextos específicos.
En los entornos recreativos y educativos, donde la presencia de jóvenes es significativa, se implementan actividades y charlas educativas que resaltan los peligros inherentes al consumo de alcohol. Además, la estrategia incluye la realización de evaluaciones directas del consumo en estos lugares, proporcionando información valiosa sobre prácticas y comportamientos específicos.
El objetivo principal es llegar a quienes hacen uso del alcohol, brindándoles información clara y específica sobre los riesgos asociados. Se incorporan mensajes que van más allá de la mera prohibición, buscando fomentar una comprensión profunda de los impactos potenciales en la salud física y mental, así como en la vida cotidiana.