El propósito de esta estrategia es identificar consumos de alcohol que puedan pasar desapercibidos durante la atención hospitalaria convencional. La detección temprana se considera crucial para abordar posibles problemas relacionados con el consumo de manera proactiva, permitiendo intervenciones personalizadas y oportunas. Para ello, podrá usarse uno de los tests ya validados en nuestro contexto, como puede ser el Audit-C o CAGE.
La implementación de estas pruebas no solo se enfoca en el paciente, sino que se extiende a los familiares acompañantes, reconociendo la influencia del entorno social en los hábitos de consumo. La detección precoz en este grupo también puede proporcionar información valiosa para ofrecer apoyo a la familia y optimizar la atención integral.