Los acontecimientos traumáticos pueden desempeñar un papel significativo en el desarrollo de adicciones, sirviendo como desencadenantes relevantes. Por lo tanto, comprender la influencia de estos eventos es crucial en la atención y el tratamiento de los trastornos adictivos. Además, es importante reconocer que los consumos de sustancias o las adicciones comportamentales pueden aumentar la exposición a más eventos traumáticos, como agresiones sexuales o conflictos familiares.
Por tanto, al evaluar a cada paciente, es fundamental considerar estas dimensiones de su experiencia y tenerlas en cuenta al establecer la relación terapéutica. Esto debe hacerse independientemente del deseo del paciente de compartir o no los detalles de los eventos traumáticos. La atención centrada en el paciente debe adaptarse a las necesidades individuales, brindando un espacio seguro y comprensivo para abordar todos los aspectos de su historia y su recuperación.
Bibliografía: