A la hora de abordar los consumos de alcohol en periodos de lactancia, es importante tener en cuenta que la dosis consumida guarda relación con el riesgo al que se expone al bebé, teniendo siempre en cuenta que no existe una dosis segura de consumo durante dicho periodo.
Es importante informar a las madres que están instaurando y han instaurado ya la lactancia materna que, si bien lo preferible es el consumo cero, en caso de que dicho consumo no se elimine consideren que la inmadurez orgánica de los recién nacidos hacen que el posible daño que el alcohol pueda ocasionarles es mayor. Por ello, el primer mes de vida del bebé se debe insistir en mantener una abstinencia total a este tóxico.
Además, se debe evitar la ingesta de alcohol inmediatamente anterior a una toma. En su lugar, en los casos en los que no se elimine el consumo, se ha de amamantar o realizar una extracción manual o asistida antes de ingerir alcohol.
También es importante ofrecer información a las madres acerca de los efectos del alcohol sobre la oxitocina, cuyos niveles se ven disminuidos en esta circunstancia. Esto impactará en la capacidad de eyectar la leche, por lo que el volumen de la misma puede reducirse. Además, se ha observado que los bebés que se exponen a leche que contiene alcohol por haberlo ingerido la madre realizan tomas de menor volumen que en los casos en los que la madre espacia al menos 3 ó 4 horas la ingesta de alcohol y la toma de lactancia.
Bibliografía:
- Registered Nurses’ Association of Ontario. Lactancia Materna – Fomento y Apoyo al Inicio, la Exclusividad y la Continuación de la Lactancia Materna para Recién Nacidos, Lactantes y Niños Pequeños. 2018 p. 208.
- Burbidge A. Alcohol and breastfeeding [Internet]. La Leche League GB. 2014 [citado 22 de mayo de 2024]. Disponible en: https://laleche.org.uk/alcohol-and-breastfeeding/